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miércoles, 22 de diciembre de 2010

Maquillándome de zombi

Quien me conozca sabe que soy un gran aficionado a las fiestas de disfraces, y sobretodo a disfrazarme de algo relacionado con el terror. Pues bien, hace poco, festejando el Halloween intenté realizar un disfraz de zombi que no salio del todo bien, principalmente porque me faltaron materiales, pero aún así, pienso perfeccionarlo para la próxima vez, que iba a ser fin de año, pero al final lo hemos dejado para otro momento. Así que, espero que estos consejos de como maquillaros y demás os vengan bien para cuando hagáis una fiesta de disfraces, y que seáis la envidia de todos los zombis. 

Lo primero es poner la lista de las cosillas que hay que comprar, como si fuera esto una receta:

  • Látex líquido, que lo puedes pillar en los sitios de bricolaje, acordaros de dejarlo orear una horilla o así
  • Papel higiénico
  • Maquillaje base cremoso clarito.
  • Lápices cosméticos para boca u ojos en colores rojo, café, verde, morado, blanco y negro
  • Aplicador triangular para maquillaje
  • Pincel
  • Cinta Microporo, que la podéis encontrar en la farmacia
  • Polvos de talco

Y ahora voy a explicar más o menos como lo hago, que intentaré explicarlo lo mejor posible, pero entenderme que esto me lo hace mi pareja, y que yo no hago nada, pero más o menos me lo ha explicado bien. Lo primero que me hace es limpiarme la cara para quitarme toda la grasa, para que el látex no se desprenda luego, que da un taco de coraje. Esto lo descubrimos luego, así que esto ya lo tenéis vosotros adelantado.

Posteriormente me tapo las cejas y la medio barba que tenía con la cinta microporo, para que el latex no llegue a tocar el pelillo, que jode un huevo cuando se quita. Luego me aplicó con el pincel el látex con sumo cuidado. Después comenzó a joderme la cara con el papel higiénico, dándole forma mientras el látex se va secando. Y encima del papel, otra de látex.

Cuando el látex se secó, mezcló el maquillaje, creo que el verde y blanco o algo así, y comenzó a darme por la cara. Para los ojos, me dejó un color negro para lo más cercano a estos, y luego continuo con un color café, hasta llegar al látex. Ya tenía la cara un color de putrefacción que me fascinó. Ahora quería unas heridas, que hicieran mi apariencia más interesante, así que aplicó lápiz negro para delinear las heridas, y luego pinto el interior de rojo, difuminando luego los colores. De esto último no me enteré muy bien, y tampoco quería molestar a la profesional. ^^

Luego fijó todo el maquillaje con los polvos de talco, presionándome la cara con una esponja y retirando lo que sobraba con una brocha. Y ya tienes tu cara de zombi, jajaja. Al final con los nervios no me hice ninguna foto, pero la próxima vez pienso hacérmela antes de comenzar a beber, que luego uno no se acuerda.

2 comentarios:

  1. Buena información, aunque yo recién levantado y con el pelo largo enmarañao asusto más que los de Romero... saludos

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  2. Jajaja, eso mismo me pasa a mi y a la mayoría de la gente, que cuando uno se levanta... ¡Da un susto a miedo! como diría mi madre.

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