El Pentágono es la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos de América, y como tal, también tiene en cuenta algo tan importante como un apocalipsis zombis.
Hace un año leí que un documento desclasificado y publicado en la prensa, mostraba que entre los planes de defensa contemplados por las mentes prodigiosas del Pentágono se encontraba la posibilidad de que humanos carnívoros tumben la civilización tal y como la conocemos.
Tenía el código en clave "CONPLAN 8888", y explicaba con todo lujo de detalles cómo el Comando Estratégico de Estados Unidos debería responder militarmente a la amenaza de hordas de zombis, que no temen al dolor o la muerte, para preservar la santidad de la vida humana y apoyar a la población mundial, incluyendo la de los adversarios tradicionales.
Asegura que una invasión zombi que ponga en riesgo toda vida humana obligaría a declarar la ley marcial en todo el país, y llevaría al Pentágono a ordenar el acuartelamiento y fortificación de sus bases para no verse sobrepasadas por la amenaza. El mayor problema de este conflicto es que no habría adversarios identificados, por lo que el despliegue de fuerzas no se centraría en una zona particular y las ordenes militares se aplicarían a todo el globo.
Tras unos 40 días acuartelados, los militares comenzarían progresivamente a ganar el terreno a las hordas zombis y restaurar la autoridad civil en el país, con el problema añadido de que los humanos infectados negarían que han sido heridos por zombis. por lo que todas aquellas personas infectadas serían objetivo militar y neutralizadas.
El objetivo final sería poner de nuevo en marcha un gobierno civil y reactivar el poder militar estadounidense en Fort Meade, sede de la Inteligencia, y tres bases aéroes estratégicas: Vandenberg, en California, Whiterman en Misuri y Offutt en Nebraska, sede del Comando Estratégico.
El documento advertía en su prefacio, que dicho plan no fue diseñado como una broma, aunque el precepto teórico de una invasión zombi no es usado porque sea algo probable, sino porque quedó demostrado que los participantes ponían más interés con este tipo de escenarios.
Aunque desde fuera pueda ser visto como una fantasía, el plan operativo fue usado para que miembros de la comunidad militar y de inteligencia aprendieran conceptos y procedimientos antes un ataque a gran escala.
Uno de los capítulos denominado Operaciones contra la dominación zombi, las conquistas se centraban en varios objetivos, como proteger a la humanidad, erradicar la amenaza de los muertos vivientes y ayudar a las autoridades a mantener la ley y el orden para reponer los servicios básicos después de un ataque zombi. Los autores, que colocaron este plan en una especie de Wikipedia clasificada de la inteligencia estadounidense, reconocen que EEUU cuenta con ciertas ventajas geográficas para mantener a los zombis a raya, pero el tráfico aéreo y marítimo supondrían un desafío difícil de salvar para evitar la extensión de la infección.
Los pasos a seguir, parecen sin dudarlo sacados del libro Guerra Mundial Z, de Max Brooks, e indican que las Fuerzas Armadas, al mando del presidente y el secretario de Defensa, no tendrían ningún reparo en utilizar todo su arsenal para acabar con la marabunta zombi.
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